Madame Dorothea era una poderosa y famosa bruja del siglo XX.
Biografía[]
En algún momento de su vida como bruja Dorothea averiguó cómo contactar con fantasmas y espíritus, usando esta habilidad para ejercer como médium en espectáculos. En dichos eventos la gente podía hacer preguntas a los espíritus de los muertos, pero la médium priorizaba que antes de eso aquellos espíritus que tuviesen mensajes importantes pudiesen entregarlos a través de ella.
A finales de 1903 Madame Dorothea actuó en el Cabaret de l'Enfer en París, donde usó sus poderes para impresionar al público. Inicialmente canalizó a Claude Arland, que comunicó a su hermano Jean-Pierre para pedirle que devolviese unas gallinas; después, Dorothea canalizó a Elias Carstairs, que advirtió a su hija Cordelia (que estaba visitando la ciudad junto a Matthew Fairchild) sobre la amenaza de los Vigilantes, tras lo cual Dorothea se desplomó, agotada. La siguiente vez que Cordelia visitó el local la bruja ya no actuaba allí.
Las habilidades de Dorothea dejaron impresionado a Matthew, quien al año siguiente, durante su viaje por Europa junto a su perro, se encontró con la bruja tres veces: una en un café de Róterdam, otra en un cabaret flotante en el río Rin, y la tercera en Venecia jugando a la Trappola en un salón. En los dos primeros encuentros no hicieron contacto, y al menos una vez la médium usó sus poderes (comunicando a un vampiro que su madre esperaba que se hubiese hecho abogado). En el tercer encuentro, sin embargo, Dorothea se sentía lo suficientemente familiarizada con el cazador de sombras como para saludarlo y ofrecer usar sus poderes para él; canalizó al mismísimo Oscar Wilde, que dio consejos a su admirador.[1]
Descripción física[]
Dorothea era una mujer menuda de rostro juvenil y cabello gris férreo, con un ojo verde de largas pestañas en la palma de cada mano. En su actuación en París llevaba el pelo recogido en un moño chignon, con un vestido de terciopelo azul profundo con un patrón de estrellas y planetas, y los ojos de su cara iban vendados con seda azul, para que los de sus manos fuesen los protagonistas. Su voz era profunda y fuerte, pero cambiaba cuando canalizaba un espíritu.[1]
Trivia[]
- Su nombre es idéntico al de Madame Dorothea, una mundana con aptitudes mágicas que ejercía como guardiana en un Santuario en Nueva York en 2007.
- La guardiana Dorothea había heredado su cargo de su madre adoptiva, una bruja. Dada la curiosa coincidencia de nombres, existe la posibilidad de que la médium Dorothea fuese dicha bruja, y que nombrase a su hija adoptiva como ella misma.
- La bruja se comparaba a sí misma en sus actuaciones con "Caronte, hijo de la Noche", pues como él (un dios menor hijo de Nix que ejercía como barquero en el Inframundo), ella comunicaba las "orillas" entre el mundo de los vivos y el de los muertos, afirmando sentirse cómoda en ambos.
- Comodidad o no, sus poderes le pasaban factura y podía agotarse si su actividad espiritual era demasiado intensa.
- Magnus Bane tenía un gran interés en hablar con Dorothea, genuinamente curioso por sus poderes, puesto que la gran mayoría de quienes aseguraban poder hablar con los muertos eran meros charlatanes.
- En base a cómo describió Matthew dos de sus encuentros con ella por Europa, se deduce que era fumadora o que no le importaba estar en locales llenos de humo de tabaco.
Apariciones[]
- La cadena de espinas (primera y única aparición)