AVISO DE SPOILERS: Contiene detalles de la trama . ¡Se recomienda precaución!
En el año 1878, en su intento por desacreditar a la entonces directora del Instituto de Londres, Charlotte Branwell, el Cónsul Josiah Wayland amenazó a los hermanos Gideon y Gabriel Lightwood como borrar el apellido Lightwood de los registros de la Clave y obligarlos a pasar el resto de sus vidas como mundanos, a menos que espiaran a Charlotte para él.
Por esta razón los hermanos intercambiaron una serie de cartas con el Cónsul pero en estas no revelaban ninguna información útil por lo que el Cónsul terminó decidiendo finalizar su chantaje.
Contenido[]
#1[]
- Para: Cónsul Wayland
- De: Gabriel y Gideon Lightwood
- Apreciado señor:
- Le agradecemos que nos haya asignado la tarea de observar el comportamiento
- de la señor Branwell. Las mujeres, como sabemos, necesitan que se las vigile de
- para que no se salgan del camino recto. Lamentamos comunicarle que tenemos
- Sorprendentes noticias de las que informar.
- La obligación principal de una mujer es el gobierno de su casa, y una de sus
- mejores virtudes es la frugalidad. Sin embargo, la señora Branwell parece adicta a los
- gastos y lo único que le importa es la vulgar exhibición.
- Aunque pueda vestir con secilléz cuando se la visita, nos entristece informar
- que en sus horas de ocio se atavía con las sedas más finas y las joyas más costosas.
- Usted nos pidió que lo hiciéramos, y aunque no nos agrade invadir la intimidad de
- una dama, lo hicimos. Le copiaríamos los detalles de la carta a su modista, pero
- tememos que usted se escandalizaría. Baste con decir que el dinero entregado rivaliza
- con el ingreso anual de una gran heredad o de un pequeño país. No llegamos a
- comprender cómo una mujer tan menuda necesita tantos sombreros. No parece
- probable que esconda cabezas adicionales en su persona.
- Somos demasiado caballeros para hablar sobre el vestuario de una dama,
- excepto por el efecto que tiene sobre sus obligaciones. Escatima en las necesidades de
- la casa hasta extremos inimaginables. Todas las noches nos sentamos para cenar
- gachas mientras ella se sienta cargada de gemas y fruslerías. Como bien puede pensar,
- ésta no es una ración de combate para los valientes cazadores de sombras. Nos
- sentimos tan débiles que casi nos derrota un demonios Behemoth el martes pasado,
- y esas criaturas están compuestas principalmente de sustancias viscosas. Alimentados
- de forma correcta, cualquiera de nosotros sería capaz de aplastar con el talón
- una docena de demonios Behemoth a la vez.
- Esperamos que usted sea capaz de prestarnos ayuda en este asunto, y que el
- desembolso que la señora Branwell realiza en sombreros y en otros artículos de lencería
- femenina que nuestra delicadeza nos impide mencionar, se compruebe.
- Atentamente suyos,
- Gideon y Gabriel Lightwood
#2[]
- Para: Gabriel y Gideon Lightwood
- De: Cónsul Josiah Wayland
- Me sorprendió sobremanera recibir vuestra carta. No consigo entender cómo podría
- haberme expresado con mayor claridad. Deseo que me comuniquéis del detalles
- de la correspondencia de la señora Branwell con sus parientes y amigos de Idris. No pedí
- ninguna tontería sobre los sombreros de la dama. Ni me importa su forma de vestir
- ni las noticias del día a día.
- Por favor, enviadme una carta que contenga información relevante. Espero
- fervientemente que tal carta también sea más diga de unos cazadores de sombras y
- menos de unos locos de atar.
- En el nombre de Raziel,
- Cónsul Wayland
#3[]
- Para: Cónsul Josiah Wayland
- De: Gideon y Gabriel Lightwood
- Apreciado señor:
- De nuevo ha demostrado su inmensa sabiduría al indicarnos que leyéramos la
- correspondencia de la señora Branwell con Idris. Hemos logrado echar un vistazo
- en privado a dicha correspondencia y hemos observado que casi diariamente se
- comunica con su tío Roderick Fairchild.
- El contenido de tales cartas, señor, le sorprendería y decepcionaría a la vez. Nos
- ha hecho perder gran parte de nuestra confianza en el sexo débil.
- La señora Branwell muestra una actitud de lo más cruel, inhumana y poco femenina
- ante los numerosos males que afligen a su tío. Le recomienda la aplicación
- de menos licor para curarse la gota, muestra inconfundibles señales de reírse de su
- dolorosa hidropesía y pasa totalmente por alto la mención que él le hace de una
- sospechosa sustancia que se le acumula en las orejas y otros orificios.
- Los indicios del tierno cuidado femenino que se esperaría que una mujer mostrara
- hacia sus parientes masculinos, y el respeto que cualquier mujer relativamente
- joven debe tener a sus mayores, brillan totalmente por su ausencia. La señora
- Branwell, nos tememos, ha enloquecido de poder. Debe ser detenida antes de que
- sea demasiado tarde y muchos bravos cazadores de sombras hayan quedado varados
- en la cuneta por falta de cuidados femeninos.
- Sinceramente suyos,
- Gideon y Gabriel Lightwood